Toxina botulínica en el tratamiento de la migraña crónica
La migraña es una patología que afecta aproximadamente al 12 % de la población general. Entre estos pacientes hay aproximadamente un 2- 3 % de la población que presenta una migraña crónica. Los pacientes con migraña crónica son aquellos que presentan más de 15 días al mes de dolor de cabeza, siendo al menos ocho de ellos de características típicamente migrañosas.
La migraña crónica supone una alta discapacidad reconocida por la Organización Mundial de la Salud y un deterioro significativo de la calidad de vida. La toxina botulínica administrada según un paradigma de infiltraciones pericraneales ha supuesto una mejoría significativa en la reducción del número de días de migraña y de la severidad de los ataques en pacientes con migraña crónica. Diferentes ensayos clínicos además han demostrado que el tratamiento con toxina botulínica reduce de forma significativa el consumo de fármacos antimigrañosos como los triptanes y anti inflamatorios para el manejo de la migraña.
La infiltración con toxina botulínica es un procedimiento sencillo que se realiza con agujas de infiltración subcutánea, escasamente doloroso, en una sola sesión y que posteriormente se ha repetir cada tres meses por finalización del efecto. Estudios a largo plazo han demostrado que el beneficio la de toxina botulínica se mantiene en el tiempo con infiltraciones periódicas y es además un tratamiento altamente seguro.